En este balneario nace el agua desde hace cientos de años. Los pobladores de la zona cuentan que el agua cubría mucha más
superficie, y tapado por las hojas secas que caían de los árboles ahuehuetes, se confundía fácilmente con el suelo del campo y la planicie, provocando la desaparición misteriosa de ganado y animales que se hundían y morían ahogados. Con el paso de los años y su explotación, el nivel del agua ha disminuido, sin embargo, el yacimiento sigue dando vida.

Sus aguas son templadas y ricas en sales minerales pues brotan de un manantial desde las entrañas de la tierra. 

Este oasis natural ofrece descanso y relajación en sus aguas cristalinas color turquesa, está rodeado de ahuehuetes cuya edad se calcula en más de 500 años y que le otorgan un aire místico al paisaje pues da la impresión de estar protegido por estos guardianes silenciosos. Este sitio alberga un manantial subterráneo que forma una poza de aguas cristalinas, de cinco metros de profundidad.